Pequeñas violetas de renovación para Pascua

Pascua para los católicos es una ressurección, un renacimiento.
Puede interpretarse en parte como una fiesta de la renovación, más aun cuando esta conmemoración se sitúa próximo primeros días de la primavera.

La violeta me pareció ser un buen símbolo laico para celebrar esta semana. Y no resistí al placer de hacerla acompañar por lal trinitaria, su prima, cultivada para el placer de nuestros arriates.

Pensé decir que algunos hacían ramos de 33 violetas para el día de Pascua, en memoria de los 33 años del Cristo, de donde esta vista del ramo, más abajo.

La violeta es utilizada tanto en perfumería como en farmacia.

Más arriba es la violeta olorosa (viola ordorata L)
en alemán: Veilchen
en inglés: Sweet Violet
en italiano: Violetta
en francés: Violette

Lo que se lo decía en 1690 en el diccionario de Furetière :

VIOLETA. Pequeña flor muy baja, primaveral y odorífera, de la gordura de una mosca ordinaria, que es de color mezclado de azul y de rojo. II tiene allí también violetas blancas, de las que Dioscoride no hace mención. Hacemos polvos, conservas de violeta, de jarabe de violeta. La orina de los que comieron trementina siente la violeta. En latín viola.

Diccionario de Agricultura de J.A. Barral de 1896

VIOLETA, Viola, L. Las Violetas pertenecen a los climas templados y septentrionales de ambos hemisferio; encontramos de allí hasta varias especies sobre las montañas de América del Sur, en medio del anfracuosités del Pico de Ténériffe y en localidades diversas y sombreadas de Nueva-Holanda. La especie olorosa, V, odorata, la más derramada de ellas todas, fue amada desde la antigüedad más alta; era para griegos y los viejos celtas el símbolo de la inocencia y de la virginidad; condecoraban con eso la cama de la belleza y el ataúd de la joven chica encantada demasiado temprano a las caricias de su madre. Todavía es para los alemanes la flor indispensable para sus funerales. El arte de curar hecho uso de sus hojas, como la economía domestica demanda sus corolas un jarabe agradable, el tintorero un color azul-púrpura, sea los ácidos hacen fácilmente pasar con el disco cerrado y los álcalis al verde, y el químico reactivo poderoso.

La Violeta olorosa es vivaz; sus matas se vuelven más bellas, sus flores más numerosas y más perfumadas cuando se encuentran sobre un terreno rico y fértil. Introducida en nuestras culturas, produjo varias variedades, uno a flores blancas poco o punzado olorosas y que hacen contraste muy agradable con su tipo; un azul, a corolas dobles y muy suaves; otro de un azul más claro que particularmente conocemos bajo el nombre vulgar de Violeta de Parma. Algunos unas florecen dos veces. El ganado come con una avidez cierta las hojas de la Violeta que se puede cortar muchas veces, tanto tienen de facilidad de expandir de nuevo.
Una especie que crecía tan espontáneamente en medio de los campos, el V. Tricolor o Trinitaria, entrando en nuestros jardines, cambió el color amarillo mezclado de líneas negras sobre un fondo blanco que sus pétalos muestran en el estado salvaje, en dos colores brillantes y opuestos, el dorado y morado aterciopelado: de este modo, se hizo una de nuestras flores más brillantes, sobre todo cuando está colocada por grupos sobre una tierra sustancial y en una buena exposición.
Sus astas triangulares adquirieron dieciseis y veinte centímetros de altura; sus hojas alternan, oblongo e incididas, desarrollaron sus estípulas pinatífidas; sus flores tomaron dimensiones más grandes y produjeron un espectáculo encantador en el seno de las platabandas más ricas. Esta hermosa especie abunda sobre Vosgos, los Alpes, Cévennes, etc., donde se muestra siempre cerca de la Violeta alpina, V. alpina (Jacquin), de un azul violáceo, a menudo en flor doble.

Trinitarias por Désiré Bois
Ilustración extraída del Álbum de las plantas de jardines, edición 1896

Foto de la semana 14 del año 2013